Bienvenidas las opiniones fundadas y los debates constructivos.

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sábado, 22 de octubre de 2011

Libia, revolución, intervención e incertidumbre.


No es de intención realizar ningún tipo de juicio de valor sobre una figura en particular como lo fue el coronel Gadafi, así como tampoco lo es juzgar los argumentos ni las reivindicaciones de los individuos pertenecientes al movimiento insurgente libio.Los siguientes párrafos trataran de denunciar mediante la observación de múltiples factores, la complejidad de una realidad que mucho dista de la sencillez con la cual se la pretende interpretar por parte de ciertos actores.

En los últimos días hemos presenciado en forma directa, en tiempo real, minuto a minuto, la captura, tortura y asesinato de una persona. Muamar el Gadafi militar y político libio, líder de facto de su país desde 1969, fue capturado y ejecutado en manos de insurgentes libios. Como espectadores cómodamente ubicados desde nuestros hogares, fuimos capaces gracias a ese nuevo universo de tecnologías de la información (TIC) de observar un acontecimiento digno de la edad antigua y media. La justicia por mano propia, el ojo por ojo, la venganza como ideal máximo de justicia.

Intento analizar el desarrollo de lo acontecido desde varios puntos de vista pero son tantas las irracionalidades y los atropellos relacionados con el mismo que realmente se vuelve difícil encontrar una lógica en todo esto. Como primer punto, los actores; por alguna razón no puedo terminar de creer en la buena voluntad libertaria de ciertas organizaciones internacionales, llámese descreimiento o paranoia pero, ¿por que la ONU asumió este compromiso de defensa en este caso particular mientras que prácticamente al mismo tiempo y en un sitio próximo como lo es Siria, ocurren las mismas barbaries, las mismas violaciones a los derechos humanos tan sagrados para nuestra civilización actual y sin embargo no se responde de igual forma? Seguramente la respuesta más rápida que encontraremos es el interés por los recursos materiales y estratégicos del territorio involucrado, pero este argumento no logra por alguna razón convencerme; creo firmemente que debe existir un interés más “profundo”, más complejo, algo que responde a la naturaleza propia del ser humano. Ya no resulta descabellado pensar en el afán de superioridad y de dominio absoluto como motor de estas acciones, más allá del control económico y político, hablo de un nivel superior, un estado de supremacía que abarque todos los campos posibles del relacionamiento humano.

Como segundo punto, el oportunismo a la hora de actuar sobre las necesidades y los reclamos de un cierto sector de una sociedad que demanda en primera instancia la reivindicación de ciertos derechos entendidos como incuestionables para las sociedades del occidente actual. La justificación de las acciones militares de intervención con argumentos como la defensa de dichos individuos, la protección y legitimación de estos derechos que son los mismos que han resultado mutilados por las bombas pertenecientes a la alianza.¿ Por que le tomó mas de 40 años a las Naciones Unidas denunciar en el escenario internacional la situación de Libia?¿Qué cambió en la realidad actual, que animó a los dirigentes de estas organizaciones a enfrentar dicha situación?

En tercer lugar, la manipulación de la información en manos de los medios masivos de comunicación, la tergiversación de los hechos, la distorsión de la realidad, caudales gigantescos de información previamente filtrados a través de las redes subjetivas de los intereses particulares de ciertos sectores; ese bombardeo continuo de imágenes palabras que van permeando en el inconciente colectivo de las –a mi entender- “masas” inclinando así la percepción sobre ciertos temas, creando héroes y demonios, villanos y justicieros.¿ Es exagerado entender esto como una herramienta de sometimiento y sumisión?, no muy distante de los objetivos buscados mediante la utilización de armas bélicas.¿ Es muy ilógico entonces plantear este accionar como una estrategia de guerra?. Durante estos meses pasados se nos ha presentado a este grupo de “rebeldes” como un conjunto de individuos todos ellos defensores de las libertades civiles y de los derechos humanos, un grupo homogéneo de hombres comunes integrantes de una sociedad oprimida, pero entonces, ¿ por que cuentan entre sus filas con integrantes de Al Qaeda?, esto reconocido por el mismo James Stavridis, comandante de las fuerzas de Estados Unidos en Europa a la cabeza de la sede europea de las fuerzas de la OTAN (SHAPE). Abu Yahya al Libi es un integrante de dicha organización terrorista, de origen libio quien en un video publicado el 13 de marzo de este año instaba a sus compatriotas a intensificar la guerra contra Gadafi.''No hay duda de que la rama libia de Al Qaeda, el Grupo Combatiente Islámico de Libia (LIFG, por sus siglas en inglés), forma parte de las fuerzas contrarias a Gadfi. Lo que no sabemos es qué peso tiene'', manifestó a la prensa india Bruce Riedel, ex analista de la CIA, experto en terrorismo, asesor militar de la Casa Blanca durante años y miembro destacado del Consejo de Relaciones Exteriores. ¿Es este el estereotipo de individuo que a criterio de la ONU merece ser respaldado?

Como lo enuncié en el inicio de esta exposición, no es mi intención desmerecer en lo más mínimo las intenciones y las reivindicaciones de este grupo, pero creo necesario exponer todos los componentes del asunto a fin de poder formar una opinión basada en el análisis de todos los elementos. Rechazo la sencillez con que se define y procesa la realidad, pues a mi entender la misma es sinónimo de complejidad.

La OTAN anuncio para el 31 de octubre el retiro de las tropas aliadas del territorio libio dejando al flamante gobierno de transición a merced de las vicisitudes que seguramente tendrá que enfrentar.Una capital estremecida por el enfrentamiento armado, una nación sacudida que necesitará de un tiempo prudencial para procesar un acontecimiento semejante, el cual modifica desde sus bases el ordenamiento político, económico y social de la misma.La realidad que la sociedad de Libia deberá enfrentar en los próximos tiempos, parece enunciar un camino plagado de inseguridades, situación que es de esperar teniendo en cuenta el tamaño de semejante proceso como lo es la suplantación de un sistema de gobierno implementado por décadas. El desenlace de los hechos así planteados, sitúa a Libia en un escenario complejo y minado de incertidumbres y como todo parece indicar, dependerá de su capacidad de actuar en conjunto y como nación para adaptarse a un escenario completamente nuevo en el ámbito interno, pero en igual modo también; al internacional.

1 comentario:

Unknown dijo...

Interesante punto de vista acerca de lo ocurrido en Libia,muy bueno el blog,saludos!