Bienvenidas las opiniones fundadas y los debates constructivos.

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viernes, 30 de noviembre de 2012

El triunfo de la diplomacia palestina.



El desarrollo de los acontecimientos entre Israel y Palestina al igual que  muchos otros episodios similares entre diferentes actores, ha dejado en claro que la estructura orgánica de las Naciones Unidas, lejos esta de ser un mecanismo objetivo de acción frente a las necesidades de los distintos pueblos.
La impunidad y el descaro con que se amenaza el accionar de Palestina (accionar que no es otro más que el uso de los mecanismos legales que ofrece dicha organización internacional) quien intenta hacer uso legitimo del derecho de “libre determinación de los pueblos”, “la no intromisión en asuntos internos”, en definitiva; el ejercicio independiente de su Soberanía, denota a las claras la falta de imparcialidad y la imposición de intereses particulares de algunos Estados miembros por encima de el bienestar de otras naciones.
En estos últimos meses EE.UU. ha hecho efectivas sus amenazas sobre la iniciativa del Estado palestino quitando el apoyo financiero a determinadas agencias de la ONU, caso concreto es UNESCO, órgano que dejó de recibir el aporte norteamericano después de haber aceptado a Palestina como miembro.
Cabe preguntar entonces, ¿Qué sucederá ahora que Palestina es aceptada como Estado Observador no miembro y posee la facultad plena de participar en las diferentes agencias pertenecientes a las Naciones Unidas? ¿Dejará EE.UU de financiar automáticamente dichas órganos, sabiendo que su aporte resulta de vital importancia para el funcionamiento de los mismos? ¿Se sucederá otro tipo de “sanciones” contra el Estado palestino en reprimenda por haber reclamado su derecho a ser? ¿No es acaso esto lisa y llanamente extorsión? Parece necesario explicitar que Estado palestino significa nación palestina, población palestina; individuos que reclaman su derecho como tal.
El resultado de la votación en la Asamblea General de las Naciones Unidas merece cuando menos un lectura critica por parte de Israel Y EE.UU., 138 votos a favor contra 9, mas el posicionamiento neutro de algunos actores de primordial importancia en el escenario como Alemania, país que hasta este momento mantenía una política Pro Israel. Dicho resultado parece indicar que el sentir general se inclina por una resolución pacifica de este conflicto histórico, casi sentenciando de manera irreprochable las hasta ahora estériles políticas practicadas por el binomio EE.UU. – Israel; políticas que según parece, apenas conocido el fallo por parte de la Asamblea no pretenden reformularse en lo mas mínimo, sino que por el contrario apuntan a endurecer su accionar. El gobierno de Israel ha hecho pública en las últimas horas su intención de crear dentro de Cisjordania y Jerusalén (la denominada zona E-1) unas 3000 nuevas viviendas lo que indudablemente perjudica rotundamente toda posibilidad de dialogo entre ambas naciones.
En estas circunstancias, planteado dicho escenario en el campo político, depende del gobierno palestino y de su capacidad como tal, el aprovechamiento del posicionamiento que dicha resolución le ha otorgado para poder reafirmarse y lograr hacer eco de sus reclamos en los oídos de los demás Estados, generando así un compromiso verdadero por parte de los mismos frente a la realidad que este debe enfrentar diariamente.
Existe sin embargo un elemento no menos importante a tener en cuenta, la composición de la estructura sociopolítica palestina es por demás compuesta e inestable en lo que respecta a unidad, fuerzas divergentes como lo son Hamás y la Organización para la Liberación de Palestina, en suma con la influencia de los Estados árabes, enfrentan un desafío mas que importante; lograr mancomunar sus ideas y convicciones en pos de un interés nacional.
Una conclusión se desprende de estos últimos acontecimientos, mas allá de la escasa funcionalidad dentro del ámbito institucional, el reconocimiento por parte de la Asamblea al Estado palestino, le confiere Ad effectum un gran apoyo y representa un pilar más que significativo donde reafirmar sus demandas.
Sin duda será necesario que ambas naciones manifiesten su voluntad real de solucionar este -por demás complejo- conflicto en los hechos y no simplemente en los discursos; aunque para que dicha solución comience a vislumbrarse se vuelve imperiosa la separación de los planos político y religioso, alternativa que no parece factible a simple vista debido a la naturaleza del mismo.


“El Gobierno del Estado de Israel y el Grupo de la OLP (de la delegación jordano-palestina a la Conferencia de Paz sobre el Oriente Medio) (la "delegación palestina"), en representación del pueblo palestino, convienen en que ha llegado el momento de poner fin a decenios de enfrentamientos y conflictos, de reconocer sus legítimos derechos políticos mutuos, de tratar de vivir en un régimen de coexistencia pacífica y de dignidad y seguridad mutuas, y de llegar a una solución de paz justa, duradera y global y a una reconciliación histórica por conducto de un proceso político convenido.”  
    (Introducción de la Declaración de Principios sobre las disposiciones relacionadas con un gobierno autónomo y provisional, suscrita por el Estado de Israel y la Organización de liberación palestina el 13 de setiembre de 1993).